domingo, 16 de diciembre de 2012

Tiempo



No transcurres, tiempo,
como segundos que suceden el uno al otro.
Transcurres trémulo y de prisa
y tus segundos son ojos
que parpadean y me miran.



miércoles, 12 de septiembre de 2012

Ayer.

Se llama Clara. Tiene un nombre simple, como la luz del sol cuando está nublado y apenas ilumina pero no resplandece. Justo como esta mañana.
A veces, después de verse en el espejo camina a su habitación y se sienta frente a la ventana. Mira a la calle y luego de unos minutos comienza a pensar en él, pero de forma intermitente.
Es decir, que mira hacia afuera y presta atención a los techos de las casas que hay enfrente, y cuando repasa las tejas con los ojos aparece el rostro de él. Luego siente un hueco entre el pecho y el estómago y cambia la dirección de su mirada. Por la calle camina la gente, se fija en el movimiento mecánico que algunos hacen del brazo derecho cuando dan un paso con la pierna izquierda y viceversa, y otra vez en los pasos, en la gente, en sus brazos, en el reloj que llevan, en donde sea aparecen imágenes de él. Ella siente que el corazón le sube a la garganta y después brota por sus ojos. Respira muy segura secándose las lágrimas y prosigue con el ejercicio de distracción, pero el hueco que se siente por dentro se ha instalado. No hay más remedio que respirar. Respirar como cuando lo haces para recordar que estás vivo.


jueves, 19 de julio de 2012

Responde.

quiero que despiertes
que camines hacia los colores
que los palpes
y que estén contigo aún si duermes.

me gustaría ver un punto
que no se hallara en tu frente
como blanco de fusil
que dispares hacia el frente

lejos de ti, fuera de ti
construye metas
constrúyete

dice Mario

"no te salves"
yo diría no te abandones
no nos dejes caer en el abismo y por favor,
responde.

lunes, 12 de marzo de 2012

Sueño 6.

Soñé que estaba en casa de mi neurólogo. Por fuera era una de esas casas con toque rústico y de color amarillo, aunque en realidad la fachada no era muy linda. Por dentro era una casa muy grande, bonita y ordenada. Los muebles eran rústicos también, recuerdo mucho su comedor que era de madera pero tenía un vidrio encima y el vidrio estaba muy limpio. Sobre esa mesa mi mamá ponía las llaves de esa casa donde sólo estábamos ella y yo. Mi mamá iba a hacer la limpieza y yo la acompañaba, aunque curiosamente la casa ya estaba limpia. Mientras mi mamá hacía el quehacer yo deambulaba por la casa. Entraba al cuarto del neurólogo. Tenía una cama muy grande en el centro. Al lado de la puerta, del lado derecho, estaba el clóset donde el doctor tenía sus cosas personales y en la repisa de enmedio, enmedio de sus demás objetos, estaba una fotografía suya de cuando él era jóven. Era ovalada y en blanco y negro. Yo la ponía boca abajo esperando que él no se diera cuenta de esto. Después iba al patio trasero donde de pronto me encontraba yo en una especie de estadio, ya era de noche, y estaba sobre unas resbaladillas enormes de color blanco, pero verdaderamente enormes, donde había niños que estaban jugando y pasando por ahí. Eran como esas resbaladillas inflables pero éstas eran realmente altas y grandes y sólo de color blanco. Algunos niños pasaban jugando, no eran muchos, y yo decidía deslizarme por una de esas resbaladillas. No recuerdo cómo fue cuando me deslicé, pero ya estaba abajo, en el estadio, donde había una exposición de juguetes enormes, había Playmobils gigantescos y con sus disfraces de vaqueros, etc. No recuerdo cómo eran los otros puestos ni qué exponían, sólo recuerdo los Playmobils pero sé que los demás stands también tenían juguetes. Yo estaba consciente de que se trataba de la casa del neurólogo, y de que me parecía un parque de diversiones un poco extraño. Como era de noche nos alumbraban las luces del estadio, creo que se llaman reflectores. Regresaba a la casa y otra vez era de día, aún estaba ahí mi mamá. Sin embargo llegaba el neurólogo y yo tenía nervios de que se diera cuenta que había puesto su fotografía boca abajo. No recuerdo si se daba cuenta o no o qué pasaba después.

Sueño 5.

Soñé que estaba en una casa muy grande y vieja, pero con jardines lindos aunque descuidados, donde se supone que mi abuela había vivido. Esa casa estaba en Guadalajara. Estaba yo haciendo una especie de recorrido por ella, acompañada de mi prima Pamela que es la mayor de todos los primos, y creo que mi mamá también estaba ahí aunque no lo recuerdo muy bien, pero me acuerdo que había otras personas. Mi prima me iba diciendo que ahí había vivido mi abuela, y me señalaba la alberca. Me llamaba la atención el fondo de la alberca porque veía unas inscripciones de mármol bajo el agua. Estas inscripciones eran nombres y fechas porque se trataba de unas tumbas que estaban acomodadas haciendo un círculo. Nunca distinguí las letras ni fui capaz de leer nada, pero me daba cuenta que eran tumbas y sentía un poco de miedo de verlas. Entraba a la casa y la primer habitación era una sala pequeña, obscura, con piso de madera y un sólo sillón acomodado en una esquina. Era como si la casa hubiera estado intacta desde que mi abuela se murió. La decoración era vieja. Se supone que en esa casa, como era muy grande, vivía otra familia en el piso de arriba. Yo subía por las escaleras y veía unas habitaciones con la puerta cerrada. El piso de arriba estaba alfombrado, limpio, y mucho más iluminado y nuevo. Ahí entraba a la habitación de unos niños que tenían una litera, y me acostaba en la orilla de la cama pegada a la pared. De pronto me llamaban porque ya era hora de irme, y al tratar de bajar las escaleras me costaba un poco de trabajo porque no había barandales, no recuerdo muy bien cómo eran pero yo no podía bajar muy bien. Finalmente bajaba, y había un señor que supuestamente venía de Guerrero y necesitaba que le cuidaran a su perro, un perrito como de raza French Poodle. Yo me ofrecía a cuidarlo y le decía que iría a entregárselo a Guerrero personalmente. Recuerdo vagamente que cuando le tenía que devolver al perro me costaba trabajo localizarlo pero finalmente lo encontraba y se lo devolvía. No recuerdo más.

Sueño 4.

Soñé que estaba haciendo un examen de física en casa de una amiga (en el sueño, porque en la vida real no sé quién era) y según mi sueño, ella era más chica que yo. Su casa estaba en una especie de ranchería, como en un pueblo, era grande pero no tenía muchos muebles y la casa era sencilla, por no decir fea. Estábamos acostadas boca abajo en su cama tratando de resolver el examen que por cierto, era de muchas páginas, como treinta. Se supone que el examen ya había sido aplicado y nosotras lo estábamos haciendo en casa, lo cual lógicamente no estaba permitido, así que procurábamos apurarnos para terminar de resolverlo. Había preguntas abiertas donde la respuesta tenía que ser de una página y era realmente difícil. El profesor nos estaba buscando en helicóptero. Las tomas desde su helicóptero eran en blanco y negro pero se veían viejas, como si fueran de la Segunda Guerra Mundial. Finalmente nos encontraba y llamaba a la puerta. Nosotras lo recibíamos nerviosas, caminábamos a la recámara y estando los tres parados frente a la puerta un gato pequeño comenzaba a trepar por mis piernas hasta llegar a mis brazos. El profesor y mi amiga contemplaban la escena. El gato era cariñoso conmigo. No recuerdo más.

Sueño 3.

Soñé que iba camino a la Unam porque iba a hacer un examen de admisión. Yo manejaba un coche y en el asiento del copiloto iba Miriam, pero ésta era una Miriam extrovertida y que me iba platicando de su matrimonio fallido, de su embarazo y de su pequeño hijo (cosas que en la vida real son totalmente inexistentes). Todo lo contaba con picardía y creo que en mi sueño estaba consciente de que se me hacía raro que Miriam me tuviera tanta confianza para contarme esas cosas. Llegábamos a lo que se supone que era CU, y se suponía que si pasaba ese examen de admisión podía irme a España a estudiar también. Estaba yo un poco perdida porque la Unam era muy grande, y aunque siempre estaba en la misma zona que era como el área donde estaban los salones, yo no sabía a dónde tenía que ir. Incluso creo que entraba a un salón que no era, pero así como nadie me decía a dónde tenía que ir, yo tampoco preguntaba. Recuerdo que entraba al baño, y eran unos baños muy feos, como de madera, sucios y con las tazas separadas por una tabla de madera. Esa tabla separaba la taza para hombres y la taza para mujeres. Enfrente de las tazas había unas gradas donde habían chavos con uniformes como de fútbol americano y de color amarillo con azul rey. Yo me sentaba en la taza del lado derecho que se supone que era para mujeres, y de repente entraba un chico un poco gordo, blanco y de cabello chino. Él se sentaba enfrente de mí, como en otra taza o quizá en alguna silla, no lo sé, y yo me acercaba a él sin levantarme de la taza, como si se hubiera estirado mi cuerpo o como si mi cuello fuera de goma y se hubiera estirado hasta llegar a él. El caso es que yo terminaba muy cerca de su boca, y antes de darle un beso pensaba en Oliver, y yo decía: "¡no!" y me alejaba otra vez, como si mi cuerpo regresara a su forma original. Yo salía del baño y veía que afuera estaban esperando también Dharia y su mamá. Luego me encontraba con un ex novio y su novia, ambos en la misma actitud de siempre, los soñé tal cual son. Iban con otras personas que creo que eran sus familiares, y yo los saludaba a todos. No recuerdo más.

Sueño 2.

Soñé que estaba en el lobby de un restaurant u hotel, no estoy segura, pero era muy lujoso y tenía toques de folclor mexicano. En este lobby había dos candelabros enormes que colgaban de unos cables que medían alrededor de 10 metros. Estaban separados entre sí como por seis o siete metros de distancia. Yo trepaba por los muebles hasta que me subía a uno y me columpiaba para lograr brincar al otro. El chiste era trepar por el cable de esos candelabros y llegar hasta la cima donde había un paraíso maya. Yo subía y de pronto ya estaba en un escenario prehispánico pero moderno a la vez. Había otras personas que pasaban por ahí, era como si estuviera yo en una plaza comercial. De pronto aparecía Oliver y ambos estábamos huyendo. Corríamos por las azoteas de los edificios y ya estaba atardeciendo, el cielo se veía lindo. Yo corría tomándolo de la mano pero sabía que a quien buscaban era a él. Había un espectacular y nos escondíamos detrás de él. Yo alcanzaba a ver a un par de hombres de traje y lentes obscuros que nos miraban desde la ventana y sabía que ya habían encontrado a Oliver. Él decidía entregarse. Yo me quedaba en un cuarto de azotea que era obscuro y me sentaba en el suelo, a un lado de la cama, y le intentaba mandar un mensaje a mi ex Team Manager, Marcela Trápaga, pidiéndole que por favor no mataran a Oliver, pero siempre me equivocaba al escribirlo y tenía que borrar todo y empezar otra vez. Finalmente lograba mandar ese mensaje lleno de signos de admiración y que decía algo así como: "Por favor no lo maten!!!!!!!!!!!!!". Luego veía la cara de Marcela diciéndome con mucha serenidad pero a la vez como pidiéndome que no me hiciera tonta: "Andrea, tú ya sabes lo que va a pasar". Entonces yo salía de ese cuarto y sentia mucha felicidad en mi pecho. Me llevaba la mano al corazón y decía con mucha felicidad y sentimiento: "No importa, no importa lo que pase, yo siempre voy a amar a Oliver. Yo siempre voy a amarlo".

Sueño 1.

Soñé que estaba en el estómago del diablo y que su estómago era como una excavación nada profunda y con forma rectangular enmedio de la calle, como cuando están haciendo obras. Dentro de esa excavación estaba con otras personas, entre las cuales recuerdo a un compañero de la universidad. Recuerdo que también estaba con esas mismas personas, acostados todos en la misma cama dentro de una habitación pequeña. Conversábamos de forma amena y aunque sabíamos que el diablo nos comería, disfrutábamos la unión y compañía que en ese momento estábamos teniendo. Era de día pero el cielo parecía estar nublado. Mi temor era ser devorada por el diablo y que sus jugos gástricos me quemaran. Sólo recuerdo que al final, estábamos todos dentro de una excavación ya más profunda y que se acercaba un dinosaurio buscándonos, como un Tiranosaurio rex, y nosotros nos escondíamos para que no nos encontrara y nos comiera. Según recuerdo, librábamos el ataque.

jueves, 8 de marzo de 2012

Hasta ¿cuándo?

He decidido dejar mi blog en paz por un buen rato, no sé hasta cuándo. Lo decidí porque creo que me quedé en el viaje de la adolescencia donde por ganar un par de premios literarios creí que ser escritora era mi vocación, o que tenía un poco de talento. Lo cierto es que hace mucho que no soy capaz de redactar ni una página completa: se tropiezan mis ideas, no son muy auténticas, aspiran a mucho sin experiencia y además leo muy poco, así que no sé qué hago escribiendo. Muchas personas me dijeron desde pequeña que tenía talento para escribir y nunca les presté atención, hasta que un buen día simplemente lo hice y me aventé al ruedo, pero creo que nunca tuve mucha idea de lo que implica hacerlo y hacerlo bien, y sobre todo, de lo que significa transmitir lo que sientes a través de tus palabras. Leo la maestría de Storni y de Cortázar y vaya, ni siquiera puedo sentirme menos porque no hay un punto de comparación. Sin embargo, quizá cuando deje de aspirar y prentender y mi escritura simplemente sea, me sienta más satisfecha con el resultado. Si escribiera de lo que siento, de mis recuerdos más tristes, de mi condición de bicho raro que se aplasta a sí mismo y de cosas tan íntimas que guardo dentro de mí, creo que estaría entregando mucho de mi persona a todos, y no es el caso. No sé si nos veremos de nuevo, lectores imaginarios, pero si lo hacemos, espero entregarles algo mejor o por lo menos, saber entregarme a ustedes.

sábado, 3 de marzo de 2012

Arcadas.




“Tan frágil, de color amarillo. Del color más sucio que has echado por la boca. Caminas sola por los pasillos, sosteniéndote de espejos rotos y afilados bordes que se ríen de ti, no contigo. En la hoguera te danzan las vergüenzas; con tambores que en cada golpe te cimbran el pecho. Se va cayendo tu ceniza y en el corazón no queda nada. Niña, qué triste es ver tus alas y que no tengas a dónde volar. Te miras y estás en el suelo. Escurres por tu boca, niña".