lunes, 12 de marzo de 2012
Sueño 6.
Soñé que estaba en casa de mi neurólogo. Por fuera era una de esas casas con toque rústico y de color amarillo, aunque en realidad la fachada no era muy linda. Por dentro era una casa muy grande, bonita y ordenada. Los muebles eran rústicos también, recuerdo mucho su comedor que era de madera pero tenía un vidrio encima y el vidrio estaba muy limpio. Sobre esa mesa mi mamá ponía las llaves de esa casa donde sólo estábamos ella y yo. Mi mamá iba a hacer la limpieza y yo la acompañaba, aunque curiosamente la casa ya estaba limpia. Mientras mi mamá hacía el quehacer yo deambulaba por la casa. Entraba al cuarto del neurólogo. Tenía una cama muy grande en el centro. Al lado de la puerta, del lado derecho, estaba el clóset donde el doctor tenía sus cosas personales y en la repisa de enmedio, enmedio de sus demás objetos, estaba una fotografía suya de cuando él era jóven. Era ovalada y en blanco y negro. Yo la ponía boca abajo esperando que él no se diera cuenta de esto. Después iba al patio trasero donde de pronto me encontraba yo en una especie de estadio, ya era de noche, y estaba sobre unas resbaladillas enormes de color blanco, pero verdaderamente enormes, donde había niños que estaban jugando y pasando por ahí. Eran como esas resbaladillas inflables pero éstas eran realmente altas y grandes y sólo de color blanco. Algunos niños pasaban jugando, no eran muchos, y yo decidía deslizarme por una de esas resbaladillas. No recuerdo cómo fue cuando me deslicé, pero ya estaba abajo, en el estadio, donde había una exposición de juguetes enormes, había Playmobils gigantescos y con sus disfraces de vaqueros, etc. No recuerdo cómo eran los otros puestos ni qué exponían, sólo recuerdo los Playmobils pero sé que los demás stands también tenían juguetes. Yo estaba consciente de que se trataba de la casa del neurólogo, y de que me parecía un parque de diversiones un poco extraño. Como era de noche nos alumbraban las luces del estadio, creo que se llaman reflectores. Regresaba a la casa y otra vez era de día, aún estaba ahí mi mamá. Sin embargo llegaba el neurólogo y yo tenía nervios de que se diera cuenta que había puesto su fotografía boca abajo. No recuerdo si se daba cuenta o no o qué pasaba después.
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